Mil y un rostros: a través del retrato
De la pose a la instantánea Los primeros fotógrafos realizaron un sinnúmero de retratos, tanto de personajes anónimos como de celebridades de la época. La modalidad les permitía —frente a las críticas de los pintores— imponerse con facilidad, ya que podían, en muy poco tiempo, representar a un individuo de manera mucho más fiel que a través del lento trabajo del dibujante. Aquellos retratos se caracterizaban, sin embargo, por la rigidez, debida a los largos tiempos de pose y al convencionalismo que, procedente de la pintura, imponía fondos de telas. Pronto, sin embargo, la mayor manejabilidad del material permitió la aparición de retratos «en situación» la instantánea), tomados a bocajarro, en los que los personajes, sorprendidos en plena calle por el ojo del fotógrafo, mostraban un sorprendente realismo.
Está viendo el 11% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas