En la cima del Estado Las élites, de acuerdo. Pero ¿qué élites o qué élite? La misma definición del concepto es bastante controvertida. En el s.XVII, en Francia, de donde procede precisamente el concepto, esta palabra designaba una «mercancía de calidad superior». Posteriormente comenzó a aplicarse, por extensión, a los grupos humanos y a las clases sociales, para designar los elementos más preclaros de dichos grupos o clases. En este sentido la utilizaría el sociólogo italiano Vilfredo Pareto, primer teórico de las élites, en el s. XIX; para él, los gobernantes son siempre seres superiores. En esto retomaba la idea de la ley del más fuerte enunciada ya por Ma-quiavelo en el Renacimiento. Otros, después de él, han dado al término un sentido más sociológico. Por ejemplo el norteamericano Wright Mills, en un célebre libro, intentó demostrar que los Estados Unidos estaban gobernados por una serie de hombres que detentaban, a un tiempo, el poder militar y el industrial. En España podría hablarse también de distintas oligarquías, dentro de las cuales habría que colocar el fenómeno del «caciquismo» en nuestro s. XIX. Para otros autores el s. XX sería el del dominio absoluto de la tecnocracia.