Necesidad obliga: la industria papelera depende de una materia prima de origen vegetal. Desde que se inventó la técnica de la fabricación del papel (sin duda en el año 105 d. C. por el chino Ts'ai Lun) ha sido siempre así. La composición de la pasta descansa esencialmente sobre el empleo de fibras celulósicas, y las numerosas proezas de la mecanización (que han desembocado en los procedimientos actuales de fabricación) nada han venido a cambiar, pues la madera sigue siendo indispensable. En cualquier caso sería erróneo pensar que esta industria pesada es destructora de los espacios verdes. Por el contrario, se comporta como un verdadero «cultivador del bosque». Para pasar del árbol a la hoja de papel, la madera debe sufrir numerosas transformaciones. Después de haber sido cortada en tacos es desmenuzada, desfibrada y refinada hasta que las fibras celulósicas que la constituyen quedan individualizadas y suministran una pasta muy líquida. Esta pasta de papel (compuesta...