El racionalismo en la medicina: los siglos XVII y XVIII
Los conocimientos cardiovasculares Hipócrates, Aristóteles y Galeno ya habían dado una teoría sobre la circulación. Hipócrates decía que el ventrículo derecho alimentaba de sangre al pulmón, pero que las cavidades izquierdas no contenían más que aire. Aristóteles constató que todas las arterias laten al mismo tiempo. Galeno afirma que existe una comunicación interventricular. Pero la idea de la circulación propiamente dicha no se le ocurre a nadie (no se distingue el papel específico de arterias y venas), y se acaba de empezar tan sólo a integrar los pulmones en el funcionamiento del aparato cardiovascular. Harvey plantea su teoría revolucionaria en un libro publicado en 1628 (Disertación anatómica sobre el movimiento del corazón y de la sangre en los animales). Analiza con todo detalle los movimientos de las aurículas y de los ventrículos. Confina la actividad propiamente dicha del corazón a la diástole y el período de reposo a la sístole. Harvey, rebatido con encarnizamiento, vivió lo suficiente como para disfrutar de su triunfo y verse considerado como el primer médico de su siglo. Fue en Francia donde encontró los apoyos más sólidos, sobre todo en el mundo de las letras, con Descartes, Molière, Boileau y La Fontaine, que condenaban a los médicos reacios a las ideas modernas. Luis XIV impuso en el Parlamento que la circulación de la sangre se incluyese en la enseñanza de la anatomía.
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