El futuro: las centrales del mar
La energía de las aguas tropicales Además, pueden ponerse en práctica nuevas ideas que vengan a enriquecer el ya nutrido arsenal de las fuentes de energía. Ese podría ser el caso, por ejemplo, de la explotación del calor almacenado, a causa de la radiación solar, en las capas superficiales de los mares y de los océanos. Esta energía «maretérmica» es considerable, pero no puede utilizarse más que con un escaso rendimiento. En las mejores condiciones, es decir, en las regiones intertropicales, donde la superficie está caliente todo el año (alrededor de los 25 °C) y donde existen aguas relativamente frías a unos centenares de metros de profundidad, el rendimiento de la conversión de la energía térmica en electricidad sería del 6 al 7 por 100. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que la energía maretérmica podría resultar muy interesante económicamente. Esos estudios se refieren a las centrales que flotan entre dos aguas, produciendo electricidad y utilizándola inmediatamente para electrolizar el agua del mar. El hidrógeno y el oxígeno serían luego transportados a tierra en barcos y reconvertidos en electricidad o utilizados directamente como combustibles. Bajando un solo grado la temperatura de superficie de todas las aguas intertropicales, se podría disponer de una potencia de 60.000 millones de kW, lo que supone una cantidad que llega a ser ocho veces superior al consumo energético mundial.
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