Capítulo 25: Cómo arrié la bandera negra
La isla del tesoro Capítulo 25: Cómo arrié la bandera negra de Robert Louis Stevenson Apenas había conseguido encaramarme sobre el bauprés, cuando el petifoque dio una sacudida y se tensó con el viento, batiendo con un violento sonido. La goleta se estremeció hasta la quilla con aquel tremendo impulso, pero un instante después, aunque las otras velas aún recogían viento, dio otra sacudida, como un aletazo, y quedó de nuevo caído. Casi a punto estuve de caer a la mar; así que me apresuré a gatear por el bauprés hasta dar de cabeza en la cubierta. Vine a caer a sotavento del alcázar, y la vela mayor, que continuaba tensa por el viento, sirvió para ocultarme. No descubrí a los piratas. En la tablazón, que nadie había baldeado desde el motín, podían contarse las huellas de muchos pies; y una botella, vacía y rota por su cuello, rodaba de un lado a otro por cubierta como una cosa viva entre los imbornales. De repente la Hispaniola orzó y los foques...
Está viendo el 9% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas